Estamos ante el regreso de una banda rockera, que puso de moda el rock ingles-español en nuestras salas, con estribillos facilmente recordables,como la impresionante Devil come to Me o la no menos buena Serenade, y muchas otras que hicieron posicionarse como una banda rockera muy identificable. No obstante su último trabajo (The Flame) no contó con buena crítica músical aunque sí con un volumen de ventas más que aceptable, pero el grupo empezaba a dar síntomas de agotamiento por lo que se propusieron un cambio. Y lo ha sido, un giro radical, hacia un rock electrónico, muy bailable, y que merece un aplauso muy grande, si alabamos continuamente a Madonna por su capacidad de evolución continua, no podemos hacer menos con Dover. Un cambio que a mí por lo menos me ha echo engacharme otra vez a esta banda madrileña, teniendo en cuenta además que la voz de Amparo Llanos agradecerá este cambio, ya que no aguantaba en plenas condiciones un concierto de 2 horas rockeras.
¿Y qué si ahora me da por cambiar a la música electrónica? ¿Y a quién le importa lo que yo haga y lo que yo diga, como decía Alaska? Y si además lo nuevo que se hace es con estilo, moderno y sin perder la personalidad, mejor que mejor. Bien por el cambio de estilo, y por luchar en mantenerse en una cresta de la ola donde grupos con idioma inglés tienen poco o casi nada de aceptación en nuestro país. El disco merece la pena, para escuchar, bailar y tomarse unas copas de paso "siguiendo la ciudad de las luces".
Follow the City Lights (* * * * )
Estamos ante el regreso de una banda rockera, que puso de moda el rock ingles-español en nuestras salas, con estribillos facilmente recordables,como la impresionante Devil come to Me o la no menos buena Serenade, y muchas otras que hicieron posicionarse como una banda rockera muy identificable. No obstante su último trabajo (The Flame) no contó con buena crítica músical aunque sí con un volumen de ventas más que aceptable, pero el grupo empezaba a dar síntomas de agotamiento por lo que se propusieron un cambio. Y lo ha sido, un giro radical, hacia un rock electrónico, muy bailable, y que merece un aplauso muy grande, si alabamos continuamente a Madonna por su capacidad de evolución continua, no podemos hacer menos con Dover. Un cambio que a mí por lo menos me ha echo engacharme otra vez a esta banda madrileña, teniendo en cuenta además que la voz de Amparo Llanos agradecerá este cambio, ya que no aguantaba en plenas condiciones un concierto de 2 horas rockeras.
Follow the city lights ( * * * * )
¿Y qué si ahora me da por cambiar a la música electrónica? ¿Y a quién le importa lo que yo haga y lo que yo diga, como decía Alaska? Y si además lo nuevo que se hace es con estilo, moderno y sin perder la personalidad, mejor que mejor. Bien por el cambio de estilo, y por luchar en mantenerse en una cresta de la ola donde grupos con idioma inglés tienen poco o casi nada de aceptación en nuestro país. El disco merece la pena, para escuchar, bailar y tomarse unas copas de paso "siguiendo la ciudad de las luces".
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